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                Los AINEs y los 
                anticoagulantes orales.  
                Mª Ángeles 
                Fernández.   
                
                Existen 
                numerosos listados de fármacos que interaccionan con los 
                anticoagulantes orales, en los que indistintamente se puede 
                encontrar el mismo AINE incluido como prohibido y como 
                recomendado, seguramente dependiendo de la fuente consultada.
 Confeccionar una lista para facilitar la consulta es muy 
                trabajoso por el tiempo que se necesita dedicar al estudio, pero 
                también es una tarea especialmente delicada si se tiene en 
                cuenta que su información inexacta puede acarrear complicaciones 
                graves para los pacientes anticoagulados.
 
 Una vez más he vuelto a repasar la bibliografía: hay muchas 
                interacciones publicadas, todas las que se han comunicado por 
                escrito, pero hay muchas más que no han sido escritas, fruto de 
                la observación clínica y del mecanismo de acción de los 
                fármacos. Generalmente, la bibliografía consultada hace 
                referencia a los artículos publicados en EEUU y Canadá y no se 
                publica nada que no haya sido objeto de una investigación 
                clínica; de ahí, la disparidad en los listados de interacciones. 
                Es casi imposible recordar todas las interacciones conocidas 
                clínicamente importantes y como se producen; sin embargo, hay 
                algunos principios generales que deberían ser memorizados, sobre 
                todo cuando se manejan fármacos que poseen una ventana 
                terapéutica estrecha, tales como los Anticoagulantes orales.
 
 Al hablar de las INTERACCIONES DE LOS ANTICOAGULANTES ORALES han 
                de tenerse en cuenta que éstas pueden producirse a tres niveles:
 
 - a nivel intestinal, modificando la biodisponibilidad de 
                vitamina K;
 - a nivel plasmático, modificando su unión a las proteínas del 
                plasma;
 - a nivel hepático, modificando su metabolismo.
 
 Con los AINEs, como con cualquier otro fármaco, es necesario no 
                olvidar este principio.
 
 Los AINEs no modifican la biodisponibilidad de vitamina K. Los 
                AINEs pueden no modificar el metabolismo del anticoagulante, 
                como diclofenaco, porque no utilicen la vía del citocromo P450. 
                Pero los AINEs tienen todos ellos una gran afinidad por las 
                proteínas plasmáticas (incluido diclofenaco), llegando a 
                desplazar de esta unión a los anticoagulantes e incrementando su 
                acción.
 
 Está fuera de toda duda el papel importante que juegan estos 
                fármacos en el tratamiento de algunas enfermedades reumáticas, 
                tratamientos de larga duración vigilados por el Reumatólogo, que 
                obligan a asociarlos a los anticoagulantes orales. Otra cosa muy 
                distinta es el uso indiscriminado como medicamento de 
                complacencia o como automedicación.
 
 Por otra parte, deberían tenerse en cuenta otras características 
                de los AINEs:
 
 - Son antiagregantes plaquetarios (riesgo de hemorragia)
 - Pueden lesionar la mucosa gástrica (riesgo de hemorragia)
 - Disminuyen el flujo sanguíneo renal (intoxicación digitálica, 
                hiperpotasemia…), a tener en cuenta especialmente en los 
                pacientes anticoagulados, ya que el 90% de ellos lo está por 
                causa cardíaca.
 
 En la lista que se da a continuación se tiene en cuenta tanto la 
                unión a proteínas como su metabolismo.
 
   
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